La estructura del esmalte es la más dura de toda la economía. Hace unos 40 años atrás el facultativo tenía dificultades para poder cortar y dar forma adecuada al esmalte ya que no existían instrumentos adecuados para ello.
El odontólogo se veía en la necesidad de penetrar el esmalte a través de los surcos y fisuras. Para fortuna del facultativo, las vías de acceso proporcionadas por las lesiones cariosas permitían la penetración de un instrumento o fresa de manera que el esmalte pudiera fracturarse.
Con el desarrollo de las fresas de tungsteno-carburo y de las puntas diamantadas, así como el desarrollo de la alta velocidad, en la actualidad no resulta un problema debido que el esmalte y la dentina pueden ser seccionados de acuerdo al criterio del facultativo.
Una de las cualidades más importantes que deben tener las fresas o puntas diamantadas para poder realizar una sección de la estructura dentaria está relacionada con su dureza superficial. La dureza constituye un índice valioso de la capacidad comparativa de un material para desbastar a otro. Así por ejemplo, tenemos los valores de Dureza Knoop: Esmalte dental es de 300-400, mientras que la dentina es de 60-80. La dentina es mucho más blanda que el esmalte para el corte, la dentina presenta más suavidad y ductilidad que el esmalte.
Fresas Dental para Diamante Las fresas dentales presentan una serie de hojas metálicas cortantes. Presentan diversos diseños. Cabe señalar que dichas fresas giran en movimiento contrario a las manecillas del reloj con el objetivo que pueda coincidir con la disposición de las hojas. Pueden presentar diferente morfología, tamaño y número de hojas. Pueden cumplir con diferentes objetivos: desbastar, pulir, cortar. Estas presentan una numeración que permite identificarlas por tamaño y forma pero al respecto cada fabricante tiene su propia manera de clasificarlas.